El informe anual sobre las aguas de baño de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Comisión Europea evalúa la calidad de las aguas de baño en 2015
El informe recopila los análisis de muestras de aguas tomadas en más de 21 000 zonas de baño costeras e interiores de la UE, Suiza y Albania, e indica si las aguas han sufrido contaminación de origen fecal procedente de las aguas residuales o del ganado.
Si bien el 96 % de las zonas de baño satisface los requisitos mínimos, más del 84 % alcanza el nivel de calidad «excelente», más estricto. Varias grandes ciudades y zonas turísticas como Blackpool, Copenhague y Múnich también están empezando a beneficiarse de las inversiones realizadas para mejorar los sistemas de tratamiento de aguas residuales, lo que se traduce en aguas de baño más limpias en zonas portuarias, zona fluviales urbanas y playas cercanas.
Karmenu Vella, Comisario Europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado lo siguiente:«El 96 % de las aguas de baño europeas son de calidad aceptable y el 84 %, excelente. Esto es el resultado de 40 años invirtiendo en infraestructuras del agua y de las aguas residuales. Es un signo de que la legislación europea está funcionando bien. Y es un testimonio perfecto del hecho de que un espacio económico muy evolucionado, como lo es el nuestro, puede producir normas ambientales igualmente elevadas».
Por su parte, Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la AEMA, ha dicho lo siguiente:«Nuestra evaluación muestra que la calidad de las aguas de baño ha mejorado notablemente con los años. Un número cada vez mayor de aguas de baño no solo satisface los requisitos mínimos, sino que ha mejorado hasta alcanzar niveles de excelencia. En algunas ciudades, los ciudadanos pueden disfrutar del baño incluso en zonas portuarias».
En general, la calidad de las aguas de baño ha ido mejorando con el tiempo. En 1991, el 56 % de las zonas de baño alcanzaba los niveles de calidad más elevados. Ese porcentaje pasó a ser del 87 % en 2015, sobre la base de cerca de 9 600 zonas de baño controladas cada año durante ese período.
En actividades recreativas como la natación, la contaminación fecal es motivo de preocupación para la salud pública. Nadar en playas o lagos contaminados puede originar enfermedades. Las principales fuentes de contaminación son las aguas residuales y las aguas de drenaje de explotaciones y tierras agrícolas. Esa contaminación aumenta en caso de fuertes lluvias e inundaciones debido al desbordamiento de las alcantarillas y al vertido de aguas de drenaje contaminadas en ríos y mares. Hace cuarenta años, grandes cantidades de aguas residuales no controladas, no tratadas o tratadas parcialmente se vertían en numerosas aguas europeas.
La temporada de baño de 2015 fue la primera vez que todos los Estados miembros de la UE controlaron sus zonas de baño con arreglo a las disposiciones de la Directiva revisada de la UE sobre las aguas de baño (Directiva 2006/7/CE). La Directiva especifica si la calidad de las aguas de baño puede calificarse de «excelente», «buena», «suficiente» o «insuficiente» en función de los niveles de bacterias fecales detectadas.
Asimismo, las conclusiones del informe serán objeto de atención durante la #EUGreenWeek, que tendrá lugar del 30 de mayo al 3 de junio de 2016, en el marco del tema más amplio del acto de este año, «Invertir en un futuro más verde».
Junto con el informe, la AEMA ha publicado un mapa interactivo que muestra los resultados de cada zona de baño. En los sitios web de la AEMA o de la Comisión Europea sobre las aguas de baño puede obtenerse más información, como los informes por país y la Directiva sobre las aguas de baño.