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Comunicado de prensa - Copenhague, 27 de junio de 2006


Europa necesita un marco de políticas integradas que equilibre losobjetivos de la seguridad energética y la competitividad con lapolítica medioambiental,

según un nuevo informe hecho público hoy porla Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), con sede enCopenhague.

El informe, titulado «La energía y el medio ambiente en la UniónEuropea: seguimiento de los progresos hacia la integración», afirma queel futuro suministro de energía de Europa se debe basar en unadiversidad de tecnologías. La reducción del consumo debe asimismodesempeñar un papel en la seguridad del suministro y en la proteccióndel medio ambiente.

«En el contexto de la subida de los precios del petróleo y el gas yde la creciente inquietud en torno a la seguridad energética, hallegado el momento de hacer hincapié en que la sostenibilidadmedioambiental se debe considerar tan importante como la seguridad enel suministro energético», ha manifestado la Profesora JacquelineMcGlade, Directora Ejecutiva de la AEMA.

El informe, que evalúa las tendencias del sector energético enEuropa entre 1990 y 2003, se ha hecho público coincidiendo con lareunión en el día de hoy del Consejo de Ministros de Medio Ambiente dela Unión Europea en Luxemburgo. El informe se basa en un conjunto deindicadores que miden los progresos hacia la integración de lasconsideraciones medioambientales dentro del sector energético, comoestablece el proceso de Cardiff.

Las presiones sobre el medio ambiente debidas a la producción deenergía se redujeron entre 1990 y 2003, señala el informe. Desde 1990,las emisiones de contaminantes atmosféricos procedentes de laproducción y el consumo energéticos se han reducido de manerasustancial, pero aún son necesarias nuevas reducciones para conseguirobjetivos de calidad del aire a largo plazo. Las presiones sobre elmedio ambiente procedentes de la producción de electricidad también seredujeron como resultado de una mayor utilización del gas en detrimentodel carbón, así como debido a las medidas de reducción de lacontaminación. Sin embargo, desde 1999/2000 esta tendencia positiva seha ralentizado e incluso se ha invertido en algunos países. Enparticular, las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadascon la energía han venido aumentado en los últimos años.

Los avances tecnológicos, como unas centrales eléctricas máseficientes, la introducción de medidas de reducción de la contaminación(convertidores catalíticos en los coches o desulfuración del gas decombustión en centrales eléctricas, por ejemplo) y el aumento de lasopciones de energía renovable (bioenergía, energía eólica, solar,hidroeléctrica, geotérmica) se ven socavados por el fuerte aumento delconsumo. Ello se debe a la creciente demanda de transporte yelectricidad, que continúan dependiendo de los combustiblesfósiles.

El informe apunta asimismo que aún queda por identificar e implantarun método aceptable de tratar los residuos radioactivos procedentes delas centrales nucleares.

«El papel de la energía nuclear se está debatiendo actualmente enalgunos Estados miembros en el contexto del cambio climático y de laseguridad energética. Es importante garantizar que la opción nuclear noprive el crucial apoyo financiero a las nuevas tecnologías energéticasalternativas ni menoscabe la eficiencia energética», ha manifestado laProfesora McGlade.

El informe apunta a la existencia de una ventana de oportunidad parala sostenibilidad medioambiental del sector energético en un momento enel que muchos países europeos debaten cómo mejorar o sustituir lascentrales eléctricas obsoletas.

«Es urgente garantizar un marco energético integrado a largo plazodebido a la necesidad inminente de inversiones en infraestructura deproducción energética. Esto abre oportunidades de un desarrollomedioambientalmente sostenible del sector energético que aumente laimportancia de las energías renovables y la eficiencia energética», enpalabras de la Profesora McGlade.

Nota para la redacción:

Sobre la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA): la AEMA tiene susede Copenhague. La agencia tiene por objeto contribuir a una mejorasignificativa y cuantificable del medio ambiente europeo, facilitandoinformación actualizada, específica, relevante y fidedigna a losresponsables de la política medioambiental y al público en general.

Enlaces web
Se puede acceder al informe aquí: http://reports.eea.europa.eu/eea_report_2006_8/en

Nota: los datos de este informe abarcan el periodocomprendido entre 1990 y 2003. La AEMA acaba de publicar el informe2006 sobre el inventario europeo de emisiones de gases de efectoinvernadero. Este informe contiene datos sobre los gases de efectoinvernadero correspondientes a 2004, véase:

Principales tendencias en la producción energética 1990 -2003
1.ª tendencia principal: las emisiones de gases deefecto invernadero relacionadas con la energía retoman la tendencia alalza tras los descensos de los años 90, lo que pone en riesgo losobjetivos de reducción a largo plazo.

Las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con laenergía descendieron un 2,6 % entre 1990 y 2003, pero han venidocreciendo lentamente desde 1999. Uno de los principales factores que hacontribuido a este reciente incremento es la mayor producción deelectricidad en centrales eléctricas de carbón. Además, existe unatendencia a largo plazo de crecimiento de las emisiones del transportedebido a los mayores volúmenes del mismo, lo cual ha contrarrestadomuchas de las mejoras conseguidas en otros sectores. Se requierendescensos sustanciales de las emisiones de gases de efecto invernaderorelacionadas con la energía con el fin de cumplir los objetivos dereducción de emisiones a largo plazo de la UE.

2.ª tendencia principal: las emisiones decontaminantes atmosféricos relacionados con la energía descienden perola calidad del aire continúa teniendo efectos adversos sobre la salud ylos ecosistemas.

Las emisiones de sustancias acidificantes, precursores del ozonotroposférico y partículas relacionadas con la energía se redujeron un56, un 41 y un 47 %, respectivamente, entre 1990 y 2003. Esto ha sidofruto de una mayor utilización de las técnicas de reducción de lacontaminación, de las mejoras de la eficiencia energética y de unamayor utilización del gas en detrimento del carbón como combustible.Desde 2000, el descenso de algunas emisiones de contaminantesatmosféricos se ha ralentizado debido al aumento continuado del consumoenergético y al nuevo incremento del uso del carbón. Pese a lareducción de las emisiones de contaminantes atmosféricos, la calidaddel aire en muchas ciudades no cumple aún los valores límite fijados enla legislación comunitaria. Además, la salud de las personas y losecosistemas siguen padeciendo sus efectos adversos. Son necesariasnuevas reducciones de las emisiones para lograr los objetivos decalidad del aire a largo plazo.

3.ª tendencia principal: los combustibles fósilescontinúan dominando el consumo energético pero las medidas de reducciónde la contaminación y el menor uso de combustibles más dañinos para elmedioambiente han reducido las presiones medioambientales.

La combustión de combustibles fósiles es la causa principal de lasemisiones de dióxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos denitrógeno y representa casi el 80 % del total del consumo energético yel 55 % de la producción de electricidad. Algunas de estas presionesmedioambientales se redujeron entre 1990 y 2003. Una de las principalesrazones del descenso de las emisiones de gases de efecto invernaderofue una menor utilización del carbón en beneficio del gas natural, máslimpio, en la producción de electricidad, aunque este tendencia se haralentizado desde 1999. El consumo de petróleo creció como resultadodel aumento de los volúmenes de transporte y sigue siendo elcombustible más importante en el consumo energético total. Elporcentaje de energía nuclear se mantuvo casi constante.

4.ª tendencia principal: el consumo energéticocontinúa creciendo, lo que hace más difícil reducir las presionesmedioambientales relacionadas con la energía.

El consumo energético final en la UE a 25 creció un 11,6 % entre1990 y 2003. Se prevé que esta tendencia se mantenga salvo que seapliquen medidas adicionales de ahorro energético. El aumento de lasrentas personales y los cambios del estilo de vida trajeron consigo unincremento del consumo energético de las familias, los servicios y eltransporte. El transporte es hoy el mayor consumidor de energía final.Al mismo tiempo, el consumo energético de la industria se redujo comoresultado de las mejoras de la eficiencia energética y de una mayoractividad del sector servicios, cuyo uso de la energía es menosintensivo. El consumo eléctrico se incrementó con especial rapidezdebido a su atractivo y flexibilidad en el uso final, al crecimientodel sector servicios y a un aumento del número deelectrodomésticos.

5.ª tendencia principal: en general, el porcentajede energías renovables en el consumo total de energía y electricidadsigue en niveles bajos pese a los grandes incrementos de algunasopciones renovables.

La producción de energía y electricidad a partir de fuentes deenergía renovables creció de manera sostenida entre 1990 y 2003, conincrementos especialmente destacables en la electricidad de origeneólico y solar. Sin embargo, el aumento de la cuota de energíasrenovables en el consumo total de energía y electricidad se violimitado por el aumento del consumo total de energía y electricidad ypor la menor producción hidroeléctrica como resultado de las bajasprecipitaciones en 2002 y 2003. Estos factores contrarrestaron elaumento de las energías renovables, en términos relativos, en elconsumo total de energía. En 2003, la cuota de energías renovables enel consumo energético total y el consumo bruto de electricidad fue del6 y el 12,8 %, respectivamente. Será necesaria una expansión adicionalpara lograr los objetivos indicativos de la UE: una cuota del 12 % enel consumo energético total y de un 21 % en el consumo bruto deelectricidad en 2010.

6.ª tendencia principal: la mayor parte de losprecios de la energía han venido creciendo más o menos desde 2000 traslas reducciones significativas de los años 90. Los niveles de impuestoshan crecido desde 1990, pero los costes externos no se haninternalizado por completo.

Con la excepción del transporte, los precios de la energía, por loque se refiere a la mayoría de combustibles, bajaron durante los años90 antes de comenzar a subir de nuevo sobre el año 2000. Esteincremento, debido sobre todo a la subida global de los precios delpetróleo y el gas, se tradujo en un número creciente de apelaciones ala mejora de las medidas de ahorro de energía. Durante los años 90, losniveles de precios no fueron lo suficientemente elevados para ofrecerdemasiado incentivo al ahorro de energía. Los niveles de impuestosaumentaron durante todo el periodo, lo que pudiera indicar que loscostes externos del consumo energético, debido a los efectosmedioambientales, se internalizaron en mayor medida que en añosprevios. Sin embargo, los niveles de impuestos se mantienen en generalpor debajo de los costes medioambientales externos estimados.

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