Según el Comisario de Medio Ambiente, Janez Potočnik, «el conocimiento es fundamental para dar credibilidad a nuestras acciones. Ofrece también importante información a nuestros ciudadanos. Estos mapas demuestran la voluntad inequívoca
de que todo el mundo pueda comprender mejor de dónde procede la contaminación atmosférica».
Por su parte, la profesora Jacqueline McGlade, Directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medio Ambiente, ha afirmado que «la contaminación atmosférica constituye una grave amenaza para la salud, particularmente en el caso de los grupos de mayor riesgo, como los niños o las personas con enfermedades respiratorias. Al informar a los ciudadanos de la contaminación atmosférica que producen en sus lugares de residencia el transporte, los hogares y otras diversas fuentes, los nuevos mapas les permiten tomar medidas y exigir a las autoridades las mejoras necesarias».
El E-PRTR, que se lanzó en 2009 para mejorar el acceso a la información medioambiental, contenía ya datos facilitados por algunas instalaciones industriales (fuentes puntuales). A ellos se añade a partir de hoy información sobre las emisiones procedentes del transporte por carretera, del transporte marítimo, de la aviación, de la calefacción de los edificios, de la agricultura y de las pequeñas empresas (fuentes difusas).
Las fuentes difusas de contaminación se encuentran muy extendidas y/o se concentran en zonas de alta densidad de población. En las ciudades, concretamente, el gran número de pequeñísimas emisiones procedentes de los hogares y de los vehículos representan juntas una enorme fuente difusa de contaminación.
El nuevo paquete de 32 mapas permite a los europeos ver a una escala de 5 km por 5 km en qué puntos se emiten los contaminantes, indicando con detalle las fuentes de óxidos de nitrógeno (NOX), de óxidos de azufre (SOX), de monóxido de carbono (CO), de amoníaco (NH3) y de partículas (PM10).
Aunque hay suministradores nacionales y europeos que ya ponen a disposición del público datos sobre la calidad del aire[1], esos datos no facilitan información sobre las diversas fuentes de contaminación.Los nuevos mapas, por el contrario, hacen tomar conciencia de las emisiones locales de contaminantes atmosféricos y permiten a los ciudadanos observar de cerca la situación concreta del barrio en el que viven. Además, los datos que proporcionan estos mapas pueden ser utilizados por los expertos en el tema de la calidad del aire para sus tareas de modelización y, con ellas, para la evaluación de las consecuencias ambientales que tienen las emisiones locales.
En lo que atañe a la distribución territorial de las emisiones, los mapas ponen de manifiesto, por ejemplo, que en el valle del Po en Italia, en la Bretaña francesa y en los países del Benelux hay extensos puntos negros de emisiones de amoníaco (NH3) procedentes de la agricultura. Esto es grave porque los altos niveles de emisiones de amoníaco dañan el medio ambiente al contribuir a la acidificación y eutrofización del suelo y del agua dulce.
Los mapas muestran también el alcance que tienen en las grandes zonas urbanas y en las principales redes de carreteras las emisiones de NOX y de PM10 procedentes del transporte por carretera. Este transporte, en concreto, contribuye de forma significativa a los niveles de PM10 que contiene el aire que respiramos en las ciudades.
Los mapas pueden consultarse en la dirección siguiente: http://prtr.ec.europa.eu/DiffuseSourcesAir.aspx
En 2003, las Partes del Convenio de Aarhus –entre las que se incluye la UE– adoptaron el Protocolo sobre registros de emisiones y transferencias de contaminantes (PRTR), que entró en vigor el 8 de octubre de 2009. La UE, sin embargo, ha ido más allá de ese Protocolo al disponer que los Estados miembros faciliten información sobre cinco contaminantes más de los 85 enumerados en el Protocolo y al imponer para otros seis unos umbrales de comunicación más rigurosos.
La información que figura en el E-PRTR se actualiza todos los años en mayo y cubre, además de a los 27 Estados miembros de la Unión Europea, a Suiza, Islandia, Liechtenstein y Noruega. Serbia, por su parte, ha comenzado este mismo año a enviar información al E-PRTR. El sitio web ofrece ahora nueva información sobre las emisiones al aire en 2008 de los principales contaminantes procedentes de fuentes difusas. En los próximos años, el sitio incluirá también información sobre las emisiones al agua y al suelo procedentes de esas fuentes.
Con base en Copenhague, esta Agencia ayuda a mejorar de forma significativa y cuantificable el medio ambiente de Europa, ofreciendo a los políticos y a los ciudadanos información puntual, precisa, pertinente y fiable.
Para más información, véase: http://www.eea.europa.eu/pressroom
El Centro Común de Investigación (JRC) es el servicio científico interno de la Comisión Europea. Su función es prestar apoyo científico y técnico orientado a los clientes para la concepción, desarrollo, aplicación y seguimiento de las políticas de la UE. La Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Global (EDGAR en su sigla inglesa), que depende del JRC, facilita en una escala aproximada de 10 km por 10 km las tendencias que registran a nivel mundial las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero y de contaminantes atmosféricos.
Para más información, véase: http://edgar.jrc.ec.europa.eu/
Para obtener información complementaria sobre la política de la UE en materia de contaminación atmosférica, consúltese:http://ec.europa.eu/environment/air/index_en.htm
[1] Por ejemplo, la página web de la AEMA dedicada al ozono: http://www.eea.europa.eu/maps/ozone/map y la lista de suministradores locales y nacionales de datos sobre la calidad del aire en tiempo casi real: http://www.eea.europa.eu/maps/ozone/resources/about-the-data